La vida es como las manchas. Una mancha representa el imaginario negativo que se interioriza, pero que con un determinado tiempo, se olvida y se transforma en un hecho cotidiano.
La mancha que lleva la humanidad, desde el inicio del capitalismo, es la destrucción de nuestro planeta y de nuestros animales.
Un espeso bigote marca los puntiagudos filos con los que la humanidad destruye a su globo terrestre. Un cuerpo paralizado, expresa como nuestras voluntades, para cambiar el mundo, han quedado en eso: voluntades.
Solo nos queda agachar la mirada y esperar el final de nuestros días.
De repente podemos pensar en auto-rescatarnos.
lunes, 10 de mayo de 2010
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1 comentarios:
De hecho estoy convencida de tu comentario...añado a eso nuestra incapacidad para liberaranos de la soga del formato educativo (agresión y castración al mismo tiempo)que nos hace obedientes y no deliberantes.... Hay sacudirse como dice tu blog, hay que que criticar para trabajar la criticidad.
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